Cyberbullying y carpeteo cibernético

Cyberbullying y carpeteo cibernético

Twitter: @SolusLupusNews

7 de octubre de 2015

Desde que a Omar Emanuel Falcón Torres, quien se identificaba por el seudónimo de MedeaBot en Twitter, fue acusado criminálmente por acoso cibernético contra varias personas, mucho se ha hablado del tema, pero poco se entiende el nivel de ocurrencia de este delito en Puerto Rico y las dimenciones que abarca. Previo a ese caso, lo poco que se escuchaba era a través de historias de casos por Facebook, alguna reseña corta en algún noticiario sobre algún caso en Estados Unidos continental. Aparte de eso, poco se escribía o poco se hablaba de este tipo de crimen.

¿Pero qué es el cyberbullying o acoso cibernético? Se define como el uso de tecnología para amenazar, hostigar, avergonzar a otra u otra personas. Los casos más comunes de cyberbullying son amenazas en redes sociales, mensajes rudos o amenazantes, tweets negativos o maliciosos hacia alguna persona, o publicar información personal y/o videos/fotos con la intención de herir o avergonzar a alguien. El cyberbullying puede incluir fotos, mensajes, páginas de internet o cuentas falsas que no son eliminadas aún cuando el perjudicado así lo solicita.

Actualmente no existen leyes federales para el delito de cyberbullying, es a nivel estatal donde existen leyes en los diferentes estados y sus territorios en los que se tipifica como delito “per se”. En muchos casos puede ser aplicable a nivel federal el acusar en casos extremos de cyberbullying cargos por acecho, que pudiesen tener penas de hasta 20 años de prisión. En Puerto Rico no existe una ley contra el cyberbullying, pero el caso sonado de MedeaBot ha puesto al relieve la necesidad de legislar mayores garras a las leyes para tipificarlo como delito en todas sus modalidades. Actualmente existe la Ley Núm. 246-2012 conteniendo lo siguiente, en su artículo 167 – Recopilación Ilegal de información personal (delito grave con pena fija de 3 años de carcel) , artículo 172 – Alteración y uso de datos personales en archivos (delito grave con pena fija de 3 años de carcel), artículo 173 – Revelación de comunicaciones y datos personales (delito grave con pena fija de 3 años de carcel) , artículo 178 – Intrusión en la tranquilidad personal (6 meses de carcel, $5,000 de multa o ambas penas) , artículo 177 – Amenazas (6 meses de carcel, $5,000 de multa o ambas penas). Pero también existe la Ley Núm. 165-2008, según enmendada, conocida como “Ley de Regulación de Programación de Espionaje Cibernético”, o el artículo 4(b) de la Ley Núm. 284-1999, según enmendada, conocida como “Ley Contra el Acecho en Puerto Rico”.

Lamentablemente, el cyberbullying en Puerto Rico no solo se circunscribe a victimas de la farándula, o personalidades conocidas de la sociedad. Tampoco se circunscribe a ataque a menores por sus “peers” o por adultos abusadores. El cyberbullying también se esta viendo con una modalidad de carpeteo y acoso político a personas dentro y fuera de los partidos políticos. Desde hace un tiempo, han venido proliferando personajes o cuentas en las redes sociales, tanto en Facebook como en Twitter, que se dedican a carpetear políticamente a personas que no son afines a las ideologías o candidatos de los acosadores y carpeteadores. Hay muchos de estos que se esconden tras cuentas falsas, o personajes ficticios o incluso tienen el descaro de poner su cara y su nombre al creerse intocables. La verdad es que la linea que divide a un acosador de una persona que difiere, es bien fina. Pero se pueden identificar estas personas por un constante monitoreo de cuentas, aun cuando el acosado los bloquee, el acosador crea múltiples cuentas falsas para seguir monitoreando al acosado. En muchas ocasiones estos acosadores usan la técnica de dar nombres e información personal de sus víctimas. A veces mencionan a cada rato a sus víctimas en una conversación en las redes, aunque la víctima no esté originalmente en la conversación. Muchos de estos acosadores tienen miles de “seguidores”, claro está que si uno va a su lista de seguidores, se percatará que casi todas son cuentas con pocos tweets o posts, pocos seguidores, en muchos casos de países ajenos al acosador y si es en Twitter, muchas de las cuentas ni siquiera tienen fotos en los profiles, lo que delata lo frudulentas de las cuentas del acosador. El perfil de los acosadores puede variar, mayormente son hombres mayores de edad, en muchos casos están solteros; aunque cabe destacar que también hay féminas, pero en menor grado. Lo que si es constante mayoritariamente hablando es que el acosador tiene una muy baja escolaridad, problemas familiares o de adaptación a la sociedad y una muy baja autoestima. El acosador por lo regular es un cobarde que se escuda tras un teclado para ejecutar sus fechorías, las cuales no tendría el valor de hacerlas de encontrarse de frente con su víctima.

Como indico, este carpeteo cibernético o cyberbullying se está ploriferando en muchos grupos políticos. Los acosadores o carpeteadores, recopilan información de sus víctimas, los monitorean, y si la víctima hace algún comentario en las redes que ellos entiendan ofende algún candidato o partido, lo atacan como perros rabiosos, y exponen sus datos privados. Tal fue el caso recientemente del ataque al Doctor Iván González Cancél cuando en una entrevista radial expuso su parecer con relación al aspirante a candidato a la gobernación Ricardo Rosselló, que salieron muchos de estos acosadores a atacarlo por las redes e incluso uno tuvo el atrevimiento de publicar supuestos datos de sus cuentas bancarias y del Departamento de Hacienda. Datos que solo algún burócrata trabajando en el gobierno, pudiese tener acceso a esa data. Pero además del Doctor Iván González Cancél, también han habido casos como el de TribunaPR hace más de un año, en el cual, luego de un editorial contra las mentiras de Alejandro García Padilla efectuado por ese medio en Twitter, recibió un ciber ataque que logró dejar sin servicio sus servidores por más de 24 horas. También han habido acosadores cibernéticos disfrazados de fiscalizadores, que la han emprendido contra muchos usuarios de bajo perfil, pero no por eso menos importantes. Hay casos de individuos que en un aparente caso de obsesión, la emprenden con palabras soeces, insultan a sus víctimas e incluso las monitorean desde sus otras cuentas falsas, publican datos de esas personas en claro menosprecio a la vida privada que cada uno de ellos desee tener, y llegan incluso a publicar información de las familias de sus victimas o a hablar mal de ellas.

En fin amigo lector, que allá afuera en las redes hay muchas personas bien intencionadas, pero también hay unos monstruos disfrazados de ovejas, acechando, monitoreando, intimidando, acosando; en espera del menor movimiento en falso (solo en sus mentes enfermas) para atacar y acosar a sus víctimas. No podemos ser cómplices de este delito, y los candidatos políticos tienen que hablar y dejarle saber el sentir al pueblo sobre lo que ellos piensan de este tipo de delito y que van a hacer para eliminar; cual doctor extirpa un tumor canceroso; este mal de la sociedad. Aquel candidato que calle ante esta situación, se descalificaría automáticamente, al ser cómplice silente de un mal que está creciendo y que amenaza tanto a conocidos como a desconocidos. No podemos callar ante este delito. Si usted adviene a conocimiento de un patrón de acoso o carpeteo, denúncielo a las autoridades locales y al FBI. No seamos cómplices o víctimas silentes. A los cobardes acosadores se les enfrenta y ajusticia.

Para denunciar a un ciberacosador al FBI escribe a:

Cyber Bullying – FBI San Juan Office
Fifth Floor, Edificio Chardon, Calle Chardon,
Haro Rey, PR 00918

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