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Sequía de capacidad

Twitter: @Solus_Lupus_PR

4 de agosto de 2015

Puerto Rico vive hoy una sequía como la que hubo hace más de 20 años, cuando el gobierno de turno, tomó unas medidas que muchos criticaron, pero que luego aplaudieron. En el año 1994 se vivió una sequía como no se veía desde los años 70’s. Los embalses de Carraizo y La Plata sufrieron unas bajas en sus niveles que obligó al entonces gobierno de Pedro Rosselló a establecer unos racionamientos de incluso 40 horas, según consta en la propia página de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados. Pero aunque el racionamiento fue de ese periodo de tiempo, los sectores altos vieron interrupciones de más de 4 días e incluso más. El entonces gobernador Pedro Rosselló puso en marcha la rehabilitación de la infraestructura de la AAA que incluyó dragados y el tan polémico y ahora tan beneficioso Super Tubo, que permitió que el abasto de agua al Área Metropolitana no volviese a sufrir se excases del preciado líquido. Eso, hasta que llegó este gobierno.

Si bien es cierto que ningún gobierno puede controlar las condiciones metereológicas, no es menos cierto que las administraciones de Sila Calderón, Anibal Acevedo Vila y ahora Alejandro García Padilla, le han dado de codo a las obras que la administración de Pedro Rosselló. El problema ha arreciado luego del año pasado, cuando sufrimos una sequía en menor escala que la que sufrimos hoy día. Recuerdo bien en aquel entonces como analistas y especialistas le recomendaban al gobierno de Alejandro, que comenzara a dragar los embalses, resolviera el problema de la perdida del 60% del agua potable en salideros y le diera el necesario mantenimiento al Super Tubo. Nada de lo que se recomendó lo tomaron en cuenta. En aquel entonces y con mejor condición económica, la AAA se hizo de oídos sordos. Igualmente, Alejandro, Bhatia y Perelló dejaron a un lado su deber ministerial, y no hicieron nada para obligar a la corporación pública a que tomara los pasos en la dirección correcta para resolver el problema que hoy vivimos. No solo no han corregido los salideros, no han dragado y no le han dado ningún mantenimiento a la infraestructura de acueductos.

Todos los días salen por las redes sociales, decenas de reportes de tubos rotos que llevan meses e incluso años botando miles e incluso millones de galones de agua potable. Hoy de cara a un aumento del racionamiento de 72 horas, el gobierno no ha movido ni un dedo para comenzar un proceso de dragados de los embalses. El resultado de esto es que dentro de un mes, probablemente Carraizo y La Plata queden inoperantes, trayendo con esto, millones de dolares en perdidas para el sector público y privado.

Desde que esta administración de Alejandro García Padilla llegó al poder, el costo del gua se ha incrementado un 400%. Incluso se le añadió a la factura del agua un impuesto llamado CCAR, que lo vendieron como un cargo para sacar fondos para dragar el caño Martín Peña. Al día de hoy, ni han dragado el caño y nadie sabe para que se ha usado ese dinero. El problema es que la AAA ha demostrado incapacidad administrativa. No pueden hacer las cosas efectivamente y a bajo costo, sino que convenientemente pagan sus ineficiencias, de nuestros bolsillos, como si fuéramos su ATH personal.

Pero Puerto Rico no solo sufre una sequía en los abastos de agua. Sufre una sequía de capacidad. Desde Fortaleza hasta la agencia de gobierno más insignificante, no hay ninguna capacidad para administrar la cosa pública. Alejandro García Padilla ha demostrado en su propia persona lo que es ser incapaz, insensible e indeseable. No solo no sabe administrar, sino que tiene un equipo fiscal y administrativo que es incluso peor. En la legislatura no se quedan atrás. Jaime Perelló solo ha sabido usar lo que alegadamente se ahorraron en carros, celulares y dietas; para atornillar incapaces en puestos claves en el Capitolio, que le permitan un equipo electoral para el 2016 y a la misma vez, evitar que lo saquen de la presidencia por incapaz. Por otro lado está Eduardo Bhatia, que con aspiraciones a la gobernación, pudiera pensar uno que tendría la capacidad de hacerle frente a un gobernante irracional e incapaz fuera de toda norma. ¡Pues no! Ha demostrado ser incapaz de tener una presencia fuerte ante los atropellos de su gobernador. Todos los días sale diciendo que no va a permitirle abusos a Alejandro García Padilla, y todos los días dobló la espalda y cae de rodillas frente al gobernador y termina haciendo lo que dijo que no haría. Ha tenido una actitud pusilánime ante un pusilánime gobernador.

Ese es el problema de sequía en Puerto Rico. Una sequía de capacidad, una sequía de intelecto, una sequía de voluntad para afrontar los problemas que nos aquejan, enfrentarlos, mirarlos a la cara y tomar los pasos afirmativos para sacarnos de la debacle en que nos ha sumido Alejandro y su desgobierno. ¿Qué nos queda como pueblo? Esperar este año y medio que le queda a esta mal administración y rogar que este pueblo no vuelva a caer de tonto, no lo hipnoticen con candidatos prefabricados, sin sustancia, sin espina dorsal, sin profundidad; pero con unos leones detrás de ellos con los colmillos bien afilados. Candidatos con muchos Amigos del Alma. Candidatos que le hayan vendido el alma al diablo prometiendo villas y castillas. Espero que este pueblo sepa valorar los quilates de los que en el 2016 se presenten ante ellos y no tengamos otro cuatrienio como este.

Twitter: @Solus_Lupus_PR